Genética molecular puede aportar soluciones contra plaga que acaba cultivos cítricos en la Región Caribe
La búsqueda de un microorganismo que inhiba la bacteria de la Huanglongbing (HLB) es la propuesta surgida en el V Seminario de Microbiología Aplicada para tratar el ‘Dragón Amarillo’, como se denomina la plaga que viene afectando los cultivos cítricos en Colombia.
“Se debe trabajar desde la genética molecular en alguna tecnología que, dentro de la planta, mate la bacteria o disminuya su tasa de replicación”, recomendó este viernes Lumey Pérez Artiles, investigadora de la Corporación Colombiana de Investigaciones Agropecuarias (Agrosavia), antes Corpoica, durante el V Seminario de Microbiología Aplicada organizado por la Universidad Simón Bolívar.
HLB es la enfermedad más importante para la citricultura mundial. Se detectó por primera vez hace 100 años en China y se determinó que al continente americano entró por Brasil, donde hay registros de 34,8 millones de plantas erradicadas entre 2004 y 2013 por presencia de la bacteria.
El ‘Dragón Amarillo’ ingresó a Colombia por el departamento de La Guajira, donde en 2015 se detectó en un insecto vector y al año siguiente, en cultivos de los municipios Distracción y Fonseca. Desde entonces se esparció al Atlántico, Magdalena, Cesar, Bolívar y Norte de Santander.
Sin una receta específica
En junio de este año, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) informó que durante el año pasado se erradicaron en el Atlántico 22.364 hectáreas de árboles afectados. “En el municipio Santo Tomás los productores acataron las instrucciones y erradicaron 28 hectáreas, con aproximadamente 6.200 árboles”.
Entre los asistentes a la segunda jornada del seminario se expuso la situación que se vive en municipio de la banda oriental del Atlántico. “Hay muchos productores (de limón) que están perdiendo sus cultivos. Les han propuesto el reemplazo de cultivos y que compren semillas importadas de Brasil, ellos han quemado sus plantaciones para volver a sembrar y no ha funcionado”.
Pérez, doctora en Tomología Agrícola, advirtió que una cura definitiva a esta enfermedad vegetal aún no ha sido hallada en ningún país. “No hay una receta como tal. Hay estrategias de manejo, sin que haya una solución, solución que tiene que venir del Estado y no de los productores”, sostuvo durante su conferencia en la Escuela Naval ARC Barranquilla.
La inversión promedio en Colombia solo para sembrar una hectárea de cítricos, que comprende unas 240 plantas, son 12 millones de pesos.
Impacto progresivo
Los efectos de la HLB comienzan con el deterioro de la planta hasta volverla improductiva. Los síntomas más comunes son el color amarillo en ramas, el engrosamiento de las nervaduras de las hojas, patrones de color diferentes en cada lado de las hojas, deforestación de las ramas y el aborto de semillas en los frutos.
“No tiene repercusiones en la salud humana porque la bacteria solo afecta la planta: baja la calidad del fruto, cuyo sabor es más amargo, y se reducen los nutrientes que aporta al consumidor”, explicó la investigadora.
Para dimensionar el impacto de la plaga, en Brasil se estudió una plantación afectada con HLB y se concluyó que en un año llega a comprometer una hectárea cultivada: a partir de una planta enferma, a los tres meses otras cuatro han sido contagiadas; a los seis meses, 16; a los nueve meses, 64, y a los 12 meses, 256.